10 de octubre de 2011

Time to Reboot II

Parte 2 – Duelo

Ahí comenzó mi recuperación, de tanto estrés que sufría con ese enano, estaba físicamente demacrado, literalmente en los huesos, se me marcan aun mucho las costillas, tenía que cambiar eso inmediatamente, pero más importante aun era, recuperar a mis amigos, esperar que no me hubiesen condenado por mis acciones, muchos contactos muchos amigos los había perdido por él, en su momento creí valía la pena. (El idiota aquí soy yo, lo sé)

Afortunadamente, estuvieron ahí, en cuanto llegue como perrito apaleado me recibieron con una sonrisa y los brazos abiertos, ahí nace la sub-historia de Chris, pero esa aun está en proceso de ver cómo se desarrolla, y si estás leyendo, sos muy buen chiko ;D), en si con él fue lo peor porque Jonathan hizo hasta lo imposible por hacerlo quedar mal ante mí, lo peor fue que le funciono.

Con ellos a mi lado y cuidando mi espalda, salí del agujero rapidísimo, pero aun caminaba sin rumbo, al fin, si me venía a la mente el “tantos planes por cumplir, tantas promesas que resultaron ser falacias”, dude incluso de mi propia realidad, eso fue lo más doloroso, no era él, sino yo por andar de crédulo.

Entre saliditas y festejar por aquí y por allá (y mucho sexo sin sentido XD) mi humor fue para arriba, cada vez más rápido, el punto culminante llego este fin de semana, desde el Juebebes, después de muchos años de ausentarse de mi vida y yo de la de ella, me encontré con Yumi para festejar su cumpleaños, y festejar fue lo que hicimos, nos contamos nuestras tristes historias, y nos relajamos al liberarnos de ellas ante oído comprensivo, amanecimos el viernes en vivo para después continuarla tranqui al cafecito.

Y la guinda del pastel fue sin duda este sábado, una autentica salida de antro y ligue, si bien la precopa estuvo aguada porque había mucha gente desconocida en un festejo de amigos “cercanos”, la noche de antro, ligue y faje estuvo de lo mejor, tanto así que no termine de darle rienda a la hilacha sino hasta las 11 am, hora en que finalmente tras la larga aventura que me dejo sin energía, sin dinero pero muy contento, pase junto a Starbucks de Av. Chapultepec y un par de chavos me convencieron de comprar un súper jugo de zanahoria y naranja para matar la cruda y tomar energía para el regreso, y si hubieran visto sus ojos, también les habrían comprado, créanme.

A partir de esa tarde, desperté sintiéndome mejor que nunca, no era el de antes de pasar por todo esto, ni creo ser mejor que entonces, pero aprendí mucho y ahora soy mas grande como persona, gane en plenitud.

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